En una pequeña ciudad, las vías del tren que ya no corre. En quinientos metros a ambos
costados casas hechas con lámina y cartón por quienes se sostienen pepenando basura.
En un
cobertizo se sienta un hombre casi viejo. Las pilas de deshechos para
vender deberían estar ordenadas y no es del todo así.
Desde su silla hace el supremo esfuerzo por conservarse sujeto al mundo. Alguien
pregunta porqué imcumplió.
-La
piedra –dice.
No intentan hostigarlo pero necesariamente el tema del orden vuelve.
-La
piedra –repite por cuatro veces, como si todos supieran a qué se refiere. Al
darse cuenta de que no lo entienden mueve la mano señalando el costado
semioculto por su cuerpo y un enorme trozo de roca aparece. Llegó tiempo
atrás, con la voladura para unos cimientos en el elegante fraccionamiento
cercano.
Universal derrota la suya, ¿en qué preciso instante empezó?