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sábado, 14 de octubre de 2017

Stalingrado



Poco antes de mi nacimiento se escribió la monumental obra sobre la guerra, que cito a veces. Hablo de ella para referirme a esa otra como imperceptible batalla cotidiana de todos contra todos.
He de pasarla por alto ahora, a culquier costa. Cada uno rendirá cuentas ante sí mismo, sino muy su problema, y debo seguir.
-0-
-No entiendo cuándo sucede cada cosa. 
-¿Cuáles?
-La Crónica y ¿Una novela?
-No sé.
-¿Cómo no vas a saber, B?
-Es obvio que esto... 
-¿Llamado de qué manera?
-Crónica, Atrevida, no seas burra.
-Jajaja, al fin consigo unas palabras claras. Sigue: es obvio...
-Estamos cronicando. Después desátase eso loco incontrolable, responsabilidad de mi abuelo y A. 
-Nomás te recuerdo la fecha: 20 de mayo.
-¿Año?
-¡B!
-Es broma, carajo.
-¿Cuándo empieza lo otro?
-Al pitonizo no le hago.
-Alburero.
-Naca. That is the question: el inicio de la quizá novela, ya que la crónica atestigüe la caída.
-¿De "los Malditos"?
-Presentes, al menos.
-¿Nuestro gobierno?
-Y algo más, impreciso. En todo caso, recapitulemos, viendo desde ellos y desde nosotros.
Hace dos semanas asesinaron a una joven en Ciudad Universitaria, fue otra última gota que derrama el vaso y los movimientos feministas se volcaron allí. "¡Ni una más!" dice la consigna madurada en veinte años de feminicidios. Detrás, ese brutal porcentaje que descubre cuánto odía la sociedad a sus mujeres jóvenes. A sesenta por ciento, recuerdas E, tú incluida, llegan quienes al hacerse quinceañeras sufrieron abuso en nuestro país, y ahora se exhibe el acoso sistemático por catedráticos a alumnas en esa máxima casa de estudios donde un icónico, viejo líder soltó por radio: exagera la muchachita fulana que afirma fue violada: "sin verga no hay penetración". 
El estado de México, donde tú vives, llevó a niveles demenciales lo que nos había pasmado en Ciudad Júarez. Y empezó a hacerlo durante el gobierno de nuestro actual presidente.
Vives en el Oeste, Atrevida, tierra fronteriza, sin ley, como de alguna manera diseñaron fuera desde los años cincuenta, coincidiendo con la consolidación del Grupo Atlacomulco, que acunó a Peña Nieto y otros tras desbancar internamente a Hank González, su más siniestro caudillo hasta el arribo de Carlos Salinas...
-Para, B, me vas a llevar al siglo XVI.
-¿Yo?
-No te hagas.
Bueno, entonces vino Hernán Cortés...
-¡B!
-Lo que quería decir es que si a fines de los ochentas pudieron desmbancar a una figura con el peso de Hank, quien no jugó a la presidencia solo por nacer extranjero, no extrañe cualquier cambio mayor en estos atlacomulcos nuevos. Si bien ambos casos salen sobrando pues ahora no se trata de un grupo sino del mismísimo PRI. 
-No entiendo nada.
-¡Me lleva la chingada, E!
-Jajaja.
-En septiembre dejé mi trabajo convencido de que esto estallaba, ¿no?
-Sí. Y ahí sigue, jajaja.
-Medio, medio, y le falta, cuando mucho, mes y días, o tal vez apenas dos semanas. 
-¿Por las elecciones en el Edomex?
-Correcto, Watson, aunque me hayas interrumpido, pues hallábame en septiembre, seguro de que babalú esta mierda, y nadie me pelaba y grité ¡Doy por límite enero! y nadie peló y vino el gasolinazo.
Aquí deberíamos pasar a la crónica propiamente dicha, con lo que escribí por ahí y no dio tiempo de desarrollar, comenzado en Ixmiquilpan.
-Ok, ok.
-Ahora, ¿porque no dio tiempo?
-¿Porque eres un huevón?
-Además de. Paré al darme cuenta que se desinfablaba la resistencia contra el aumento de los precios.
No conocía Ixmiquilpan, confesé, ¿verdad?, y fui en abril. Si bien era para otra cosa, de primerísima fuente supe: el movimiento nació un poco al azar. No había sorpresa. Afectos al PRI liderearon la primera acción, pidiendo al gobernador exigiera a los diputados cumplimiento a sus promesas. Etcétera, etcétera. 
Se demostraba lo sugerido en las derrotas electorales históricas, un año antes, en otros estados: el priismo perdía popularidad a velocidad vertiginosa. 
Detrás, lo que me condujo al optimismo en septiembre: las pugnas internas. Ahora sabemos bastante más del tema, ¿cierto, Atrevida.
-Revísese ¿qué nota?
-No recuerdo, jeje. Por otra parte está el genuino movimiento, nacido en ¿mayo? 2013, a quien visité ixmilquianamente. Ese breve viaje confirmó lo certificado en el de febrero a Guerrero: nadie echaría atrás a las fuerzas populares más sólidas, que para mayo, 2016, aclaro, habían formado ¡cuatro y media auténticas APPOs!, y otras cosillas nada desdeñables: setecientas mil familias cafetaleras organizadas en cooperativas; jornaleros y jornaleras de San Quintín y demás.
-¿Esto es un ensayo, un reportaje o qué madres? A la crónica no la veo por ningún lado.
-Coño, Atre, si apenas podemos con el paquete y quieres que haga lo correcto. 
-Pues no presumas, entonces.
-Haz de cenar, ¿no?
-Tu abuela, yo soy hija adoptiva... Mira:
"Antorcha Campesina promete ante Del Mazo no dejar ganar a Delfina Gómez
"A pesar de que su agenda para este lunes consideró sólo actos privados, el abanderado priista se reunió con alrededor de tres mil militantes de la organización Antorcha Popular en el municipio de Los Reyes La Paz."
-Sí, ellos serán el primero grupo de choque. Al amparo suyo y para su desgracia obrará el segundo. Luego... 
-¿Para su desgracia?
-Sí, deaparacerán en ese caos, para no levantarse más. 
Un cartón sugiere que bajo el agua Peña Nieto abandona a Del Mazo. ¿De dónde lo deducen, si las contradicciones internas que conocemos no indican nada parecido a eso? ¿O sí y me pasa de noche? 
-B, concéntrate, por favor, y te vuelvo a preguntar ¿dónde esta la crónica prometida?
-Ay, E, no toques temas sensibles. Todo me permitiría conocer en vivo los sucesos. Allí estuvo El santo lugar, durante estos últimos años volví a la zona para hacer nuevos lazos...
-0-
Paro, nietos, pues cuanto está relacionado con eso lo encontrarán en La Ilusión...
El resto de los cuadernos nombra, aquí evito hacerlo y a ratos, como aprecian... ¿Cuándo marchar?, es la duda. Hace unas semanas viajé adonde otra vez callo, aunque mi destino se halla también en nuestra ciudad. 
Es viernes y mi cabeza está ocupada apiadándose con los que merecen piedad o redacta tal y cual cosa para luego ponerla en su sitio, mientras disfruto cuánta pequeña celebración a la vida aparece y calculo los tiempos del futuro colectivo.

Cruzo a una semi desconocida que tiene el desatino común: molestar al otro por razones inciertas. Regreso diez años para entender a quien mucho estimo y soltó veneno entonces.

El día completaría la ofensa que inició con un abuso de poder y hace en cambio su buena obra: liberarme. Cuando anochezca me congratularé doblemente por ello: una carpa y tres hombres deprimen al auditorio. Apenas volteo, la soberbia ajena se ceba en mí.

Poco antes hubo una visita tan inesperada como el romance que inició meses atrás y el adiós posterior.
Cuando vuelvo a casa tras el dolor de un vagón cuyas almas no se tienen en pie, estoy en las estrellas y al tiempo peleo con la resaca que dejan esos desagradable momentos de La (segunda) batalla de Stalingrado*.
*Vasily Grossman.